Como los usuarios dependen de la energía de forma ininterrumpida, las empresas de suministro adoptan todas las medidas de precaución para evitar apagones repentinos. Realizar inspecciones intensivas y regulares las subestaciones con cámaras termográficas, además de comprobaciones de seguridad del equipamiento energizado antes de las reparaciones puede evitar costosas interrupciones del servicio y pérdidas desorbitadas de equipamiento.

Otro origen de las interrupciones del servicio proviene de las fugas de gas en plantas energéticas, subestaciones o a lo largo de los conductos de transmisión de gas. Muchos de estos gases pueden ser peligrosos, como el metano, el monóxido de carbono y el hexafluoruro de azufre. Las cámaras especializadas de FLIR de detección óptica de gas (OGI) de la serie G ayudan a garantizar la seguridad pública visualizando fugas de gases peligrosos, para que el personal las pueda encontrar de forma rápida y cortarlas.

Un intercambio adecuado de aire es importante para el confort, la salud y la seguridad de los ocupantes, pero la mayoría de edificios tienen un porcentaje mucho más alto de fugas de aire de lo necesario. La causa principal suele ser un mala calidad del diseño o de la construcción que permite que haya fugas entrantes o salientes de aire. Sin la termografía, el origen de estas corrientes puede ser dificilísimo de detectar y visualizar.